MÁSCARA PARA UN CHAMÁN

Autor: PROF. EDUARDO GÓMEZ ENCARNACIÓN

TALLER LITERARIO «EL TINTERO»

Desde siempre, las máscaras han sido un instrumento para lograr dos objetivos: prolongar la vida más allá de la muerte o transformarse en el otro ocultando el propio rostro. Presento hoy Venado, poema alusivo al chamanismo donde máscara y danza aluden a la naturaleza, solicitan la lluvia bienhechora y representan de alguna manera el sustento de algunos pueblos originarios. Lo dedico a mis amigos Francisco Quezada y Prócoro Hernández, buscadores de verdades y escribidores de versos.

VENADO

Tenso el tendón, la vista alerta,

puesta la nariz en el sumo visceral del predador, eres saeta,

flecha fugaz al instante de huir

entre berrido y miedo untados a tus ligeros cuartos;

vive en ti el espíritu del viento,

liviano, casi pájaro en vuelo,

al tiento de su oreja oculta

tus pesuñas de tísico escuchan cualquier ruido,

ya sea el vidriado romper de la hoja seca

ya sea el lamento de ánimas en pena.

 

Flautilla y tamboril dan metro a cantos heredados,

los capullos del tenabari dejan escapar mariposas nonatas

y eres ritmo nervioso,

danza añosa golpeada en calabazo y agua

por la vara del mando y la sapiencia,

maztl-venado, corazón que late acompasado,

resonancia de grano de maíz en tecomate.

 

Entre tu cornamenta duermen nubes

que harán llover pétalos sobre el desierto seco

tuyos son los vergeles donde duerme el rocío,

comes la hierba tierna apenas besada por el alba,

chiroteas con dejadez entre verduras

mientras la cascabel, mordiéndose la cola,

enreda entre tus patas los conciertos del tiempo.

 

Mazatl-venado, sabes ser el demonio, a veces,

cuando vistes de ciervo blanco, el chan de los venados,

genio del monte que lleva al cazador que mata por placer

al extravío de una espesura eterna,

al castigo de recorrer en agónicos círculos

el limbo inexplicable, la locura donde ni el alma escapa.

Mazatl-venado,

nervio atento, trémulo aliento, ojo avispado,

prolijo, abundante, carne noble

eres sustento, eres la vida misma,

quien te posea, quien se repita en ti

perpetuamente será sacrificado.