TONGOROQUE, TONDOROQUE, PONDOROQUE Y PONTOROQUE:
LA EVOLUCIÓN LINGÜISTICA DE UN SITIO EN BAHÍA DE BANDERAS, NAYARIT.
(Nota dedicada a mi amigo Eugenio Ortiz Carreño).
PROFR. EDUARDO GÓMEZ ENCARNACIÓN.
PRIMER CRONISTA OFICIAL DE BAHÍA DE BANDERAS.
El poblado, de apenas medio millar de habitantes, se encuentra entre Mezcales y Bucerías, en el Municipio de Bahía de Banderas, casi a orillas de la carretera 200. Unos centenares de metros al norte se levanta el hospital Cruz Roja de PONTOROQUE, un proyecto ambicioso que inició en el 2008 con el nombre de la Ciudad de la Salud. Aun estando en un sitio privilegiado, el lugar tiene muchas carencias de infraestructura a las que se agrega el número de nombres que dificulta entre otras cosas, el trámite de documentos legales.
Si se quiere atender al nombre más antiguo del lugar, sería TONGOROQUE. Se trata de un sitio de ganado mayor que en 1695 abarcaba desde la desembocadura del río “de Camotlán” hoy Ameca, hasta “el puerto del Valle de Banderas”, hoy Bucerías. En el Libro 6, Legajo 19 del Archivo de Tierras y Aguas de Guadalajara, se encuentra el resultado de una comisión a nombre de Miguel de Ibarra, Alcalde Mayor de Compostela, para averiguar las tierras que había en el Valle de Banderas. De esta averiguación, llevada a cabo en junio de 1695, surgió un alegato por la posesión de TONGOROQUE entre las Beatas de Jesús de Nazareno, dueñas de Papachula, hoy San José del Valle y Don Pedro de Ávalos, padre del primer Conde de Miravalle, de Compostela. En diciembre de 1697, el alegato fue ganado por las Monjas de Guadalajara, como también se conoció a las beatas, y el sitio fue sumado a la extensa propiedad. En este Legajo, aparece 11 veces el nombre TONGOROQUE sin error manifiesto.

Con este mismo nombre de TONGOROQUE, aparece en el Libro 1, Inscripción 26, en el registro de escritura hecho en el Registro Público de la Propiedad de Mascota, Jalisco, que ampara la propiedad de El Colesio vendida a en 1871 a Don Doroteo Peña por Doña Juana Barragán. El Colesio abarcaba en ese tiempo la casi totalidad de las tierras del valle y los cerros circunvecinos, excepto los terrenos del pueblo de Valle de Banderas, otorgados tres siglos antes por la Corona a nombre de Santiago Temichoque. TONGOROQUE compartía el área costera con otros puntos entre los que destacan Jarretadera, Garrocha, Chino y Montegrande. Hacia 1872, esta fracción de El Colesio en el lado Nayarita del valle, quedó a nombre del Presbítero compostelano José Cárdenas.
Hacia 1937, según el plano de dotación del Ejido de Bucerías, una gran parte de la zona que hasta entonces había ocupado Tongoroque, quedó dividida entre los ejidos de Jarretadera y Bucerías; para 1964, los ejidos de Valle de Banderas, San Vicente y Porvenir, como resultado de una primera ampliación, completaban el polígono original del Sitio de Ganado Mayor colonial. Para entonces, sin medir trámite alguno, la tradición oral había conservado el nombre pero con una pequeña modificación lingüística: cambió el TONGOROQUE de los títulos de tierra originales, por el TONDOROQUE del habla cotidiana.
El trazo de la carretera Compostela Puerto Vallarta en 1959 cruzó los terrenos del ya para entonces TONDOROQUE, que fue oficializado con una señal carretera para la pequeña ranchería fundada por tres familias en los años 70.

En la sesión de cabildo del día 4 del mes de diciembre del 2007, y al parecer sin mediar investigación seria, quedó establecido como nombre oficial “EL PONDOROQUE” para dicho pueblo. En sólo dos años más, se sumó otro: El PONTOROQUE, que vino a aumentar las dificultades legales.
De un Ayuntamiento a otro, el asunto sobre la oficialización del nombre y su revocación, que se había presentado en el 2010, parece que se resolvió con la sustitución de una letra por otra: la “D” por la “T” quedando El PONTOROQUE, en el 2013.
PONTOROQUE, PONDOROQUE, TONDOROQUE, TONGOROQUE, el lenguaje cambia, se corrompe, con el tiempo se desgasta como moneda de uso. El presente texto pretende dar información del sitio, para que sus habitantes sepan que el lugar que pisan tiene un pasado histórico y forma parte nuestras raíces culturales, de las cuales debemos sentirnos orgullosos.
La palabra TONGOROQUE pudiera derivar del náhuatl totonqui, lugar caliente, ardiente, por extensión fiebre. Además del calor de esta zona, el vocablo parece aludir a las fiebres palúdicas tan sufridas hasta los años 60 del siglo pasado por los pobladores de estas rancherías.
Fer Ar. agrega:
En el INEGI lo tenemos registrado en 1980, 1990 y 1995 como Tontoroque, en el 2000 Pontoroque, en el 2010 y 2020 Tondoroque.
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